Estos son algunos ajustes que pueden hacer que el uso de tu Android sea más seguro y fácil.
Un smartphone desbloqueado es un desastre a punto de ocurrir. Debes proteger tu información personal y tu privacidad exigiendo datos biométricos como la huella dactilar o el reconocimiento facial (si están disponibles), y un PIN, patrón o contraseña para desbloquear el dispositivo.
Aunque configures el desbloqueo biométrico, el dispositivo te seguirá pidiendo el PIN, el patrón o la contraseña si visitas determinadas áreas de la configuración, después de un reinicio y, a veces, de forma aleatoria como medida de seguridad.
Android dispone de cuentas de usuario. Esto puede ser útil, especialmente en una tableta compartida. Cada usuario puede personalizar el dispositivo, el fondo de pantalla, las pantallas de inicio, etc., para sí mismo. Los archivos, textos, imágenes, correo electrónico, etc., no se comparten entre usuarios, creando un espacio privado para cada uno.
Utiliza una cuenta de invitado si alguien necesita que le prestes tu teléfono. Es fácil borrarla cuando hayan terminado.
Puedes limitar o desactivar el uso de datos a través de la red móvil. Esto es útil si tienes un plan de datos limitado y te estás acercando al límite. Puedes seguir accediendo a Internet si estás conectado a una red Wi-Fi.
La mayoría de los dispositivos también tienen una opción para limitar el uso de datos móviles en esta pantalla (en el Pixel, se llama Ahorro de datos). Esto restringe el uso de datos por parte de aplicaciones que no estés utilizando en ese momento.
Para establecer una advertencia y apagar los datos móviles en una cierta cantidad de uso de datos:
Establece el límite por debajo de tu límite, y el dispositivo cortará automáticamente el uso de datos antes de que te pases. Por ejemplo, si tu plan te permite usar 15 GB de datos al mes, fija el límite en 14,95 GB.
Es posible que tu proveedor de móvil también tenga una opción para avisarte cuando te acerques a tu límite de datos. Visita su sitio web para ver las opciones.